Las playas de Barra do Chui.
En el estado de Rio Grande do Sul, en la frontera entre Brasil y Uruguay, justo donde un arroyo marca la línea divisoria entre ambas naciones, se levantan dos ciudades casi del mismo nombre: el arroyo se llama Chuy, la ciudad uruguaya también se llama Chuy, y la ciudad brasileña se llama Chuí.
En ambas ciudades, una atmósfera de placidez, el verdor de las plantas y la proverbial cordialidad de los lugareños, dan la bienvenida al visitante.
En el punto donde el arroyo Chuy desemboca en el mar, hay una hilera de enormes piezas de hormigón armado, llamadas “miguelitos”, que forman el muelle y fijan el límite internacional.
Del lado de Brasil se alza el Faro Chuy, perteneciente a la marina brasileña, que es otra atracción para los turistas, y un día a la semana puede ser visitado. A pocos kilómetros de ambas ciudades se encuentran sus respectivos balnearios: Barra do Chuí, en Brasil, y Barra del Chuy, en Uruguay.
En la Barra do Chuí, la playa de arena fina, ancha y extensa, da sobre el mar abierto, y se prolonga en una sucesión de dunas pobladas de arbustos. Es el sitio ideal para disfrutar el contacto con la naturaleza viva, en medio de un ambiente sereno y sin riesgos; un lugar donde sólo quiebran el silencio el murmullo de las olas y el canto peculiar de los pájaros de la región que seguramente fue el que dio origen a su curioso nombre: chuy-chuí.
Contiguo a la Barra do Chuí se halla otro balneario, Alvorada, nacido de un emprendimiento conjunto de uruguayos y brasileños y asiduamente visitado también por argentinos.
El Balneario Alvorada cuenta con comodidades de todo tipo, ya sea apart-hotel, departamentos con servicio de restaurante, hasta casas, cabañas, camping, y numerosas tiendas de toda clase de mercancías, inclusive artesanías marinas.
Además hay medios de transporte que comunican con las ciudades de Chuy – Chuí, que muchos turistas utilizan para hacer un atractivo paseo de compras aprovechando las buenas oportunidades que ofrecen los establecimientos alineados a lo largo de la Avenida Internacional.
Otra opción es cruzar a la Barra del Chuy, que tiene, como su similar brasileño, el atractivo especial de los lugares fronterizos, donde los idiomas y las costumbres se mezclan de un modo colorido y pintoresco. Hasta la década del 30 era lugar de vacaciones de los habitantes de la zona norte del país; pero en las últimas décadas cobró popularidad al imponerse un tipo de turismo entre rústico y naturista.
Tiene, como la Barra do Chui, playas extensas de arena fina bordeadas de dunas, y las ofertas de hotelería son similares: un hotel, camping, cabañas y casas para alquilar.
Las noches suelen ser muy movidas, ya que el balneario cuenta con varios locales bailables, especialmente para los jóvenes, que imponen su ritmo y su diversión bulliciosa.
Fotos: Wikipedia
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