La Lagoa da Confusão.
Lagoa da Confusão es uno de los municipios de la región de Isla del Bananal, en el estado de Tocantins, y uno de los portales de entrada a la mencionada isla y al Parque Nacional do Araguaia.
Además de la famosa laguna que le da nombre, lo surcan ríos como el Urubu, Formoso, Javaé y Araguaia, repletos de peces, aves y animales silvestres, lo que da margen al desarrollo de una activa política de preservación ambiental y, junto con las grandes bellezas naturales de la región, asegura su potencial turístico.
La creación del municipio data de 1989, aunque su historia comienza ya en 1933 cuando llegaron las primeras familias, y lo primero que vieron fue la inmensa laguna azul, protegida por sierras y pantanos que hacían muy difícil llegar a ella. Cuenta la leyenda que esto les provocó gran confusión, y así le quedó el nombre al poblado, después municipio.
El asombro de los primeros pobladores se justifica ampliamente. La Lagoa da Confusão es una bellísima laguna natural bordeada de playas de arenas finas y aguas poco profundas; la nota peculiar la da una gran piedra en medio de la laguna, que parece flotar y cambiar de lugar según el ángulo desde donde se la mire.
El idílico paisaje se completa con las palmeras de buriti reflejadas en el inmenso espejo de agua, haciendo de la Lagoa da Confusão un motivo turístico que atrae a viajeros de todas partes del país y del exterior durante todo el año.
Otra atracción de la zona es la Lagoa dos Pássaros, que es un verdadero vivero para cientos de especies de pájaros. La mejor época para visitarla es de junio a septiembre; cuando el reflejo de los árboles y de los pájaros en vuelo forman imágenes cambiantes en el agua del lago que son un espectáculo por derecho propio.
A los aficionados a explorar cavernas, les recomiendo la Gruta da Casa de Pedra, una caverna de piedra caliza de 1 kilómetro de largo y varios salones. Las estalactitas y estalagmitas adquieren formas extrañas y bellas en su interior, y su aspecto imponente estimula sentimientos de veneración por lo que la población local le atribuye al lugar un valor religioso, y es así que en noviembre se acostumbra celebrar la Misa de los Difuntos en uno de sus salones. La visita a este sitio solamente es posible en la temporada seca, cuando las aguas se retiran.
También te puede interesar: