El Bosque de la Ciencia en Manaos.

El Instituto Nacional de Pesquisas de la Amazonia (INPA) fue creado en 1952, con la misión de hacer estudios científicos del medio físico y las condiciones de vida en la región amazónica, para promover el bienestar humano y el desarrollo socioeconómico de la región, con especial atención a las poblaciones tradicionales.

Los primeros años del Instituto se dedicaron a la exploración de la zona y el relevamiento de la fauna y flora; en la actualidad, el desafío es expandir de manera sustentable el uso de los recursos naturales de la Amazonia.

Además de los trabajos de investigación científica, el INPA cuida y mantiene reservas biológicas, forestales, estaciones experimentales y flotantes en diversos puntos de la región.

Las principales reservas biológicas a cargo del INPA son la de Ouro Preto de Oeste, situada en plena zona urbana de esta ciudad, y la de Campina, en el kilómetro 60 de la carretera que une Manaos y Boa Vista; conservan los ecosistemas típicos de la zona, bastante diferentes de la exuberante floresta amazónica.

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La Reserva Forestal Adolpho Ducke, en el kilómetro 26 de la carretera Manaos- Itacoatiara es una reserva típica de bosque de tierra firme, y está en marcha un proyecto para transformar la zona en el Jardín Botánico de Manaos, el cual, según dicen, cuando esté terminado será el más grande del mundo. Otra reserva forestal es Egler, en el kilómetro 70 de la misma carretera, también de floresta de tierra firme.


Las estaciones experimentales se dedican a estudios ecológicos y demostración de sistemas de manejo forestal. Hay varias: la estación experimental de Silvicultura Tropical, de Hortalizas, la del Ariaú, también de hortalizas, y la de Fruticultura.

Las estaciones flotantes funcionan en dos barcos equipados con modernos laboratorios, para hacer investigaciones en zonas que a veces sólo son accesibles en la época de las lluvias.

Como importante complemento de la amplia tarea que cumple el INPA en los aspectos de investigación y preservación del medio ambiente, en 1995 logró concretar el sueño de abrir las puertas del Instituto al público.

Fue así como se inauguró el 1º de abril de ese año el Bosque de la Ciencia, que es un espacio de unas trece hectáreas situado dentro del perímetro urbano de la ciudad de Manaos. Fue proyectado y estructurado para promover el desarrollo del programa de Difusión Científica y Educación Ambiental del INPA, y al mismo tiempo preservar la biodiversidad existente en la zona.

Uno de sus objetivos es ofrecer al público una opción distinta de ocio creativo, fomentando en los visitantes el interés por el medio ambiente y por las actividades de carácter científico y cultural, a la vez que disfrutar de las atracciones turísticas y de entretenimiento.

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