La cuenca amazónica es un lugar privilegiado: concentra las reservas de agua más abundantes del planeta, y posee una de las mayores diversidades del mundo en términos de plantas, animales, cursos de ríos y minerales.
Es una región muy cuidada por gobiernos y organizaciones de defensa del medio ambiente, para preservar este ecosistema fundamental para la vida del planeta. A continuación, una pequeña guía de los lugares que no debes dejar de visitar:
Desde Manaos se organizan excursiones de un día, con almuerzo en un restaurante regional típico, y la visita a otro lugar de imponente atractivo, el “Encuentro de las Aguas”, que es la confluencia del río Negro con el Amazonas; otra opción, que agradará a los más aventureros, es pasar unos días recorriendo el parque para observar y admirar los numerosos animales y pájaros que tienen en él su hogar.
Estación Ecológica de Anavilhanas: Anavilhanas, en el río Negro, es el archipiélago fluvial más grande del mundo, formado por 400 islas y cientos de lagos, ríos, igapós e igarapés con una gran riqueza biológica. Durante las crecidas del río Negro, entre noviembre y abril, la mitad de las islas quedan sumergidas y los animales se refugian en las partes altas; cuando bajan las aguas, se forman verdaderas redes de playas y canales. Próximo a Anavilhanas se encuentra el Parque Nacional de Jaú, que es la mayor reserva forestal de América del Sur, también a orillas del río Negro.
Parque Nacional Pico de Neblina: Este Parque Nacional tiene como núcleo el monte llamado Pico de Neblina, de más de 3.000 metros de altura, apodado “el techo de Brasil”; se halla en pleno corazón de la selva amazónica virgen, y se lo considera el punto culminante de la Amazonia.
El Pico de Neblina se llama así debido a la nubosidad y las constantes lluvias que lo mantienen siempre húmedo, como si no existiera una temporada seca. Se halla en el límite con Venezuela, por lo que es una zona compartida y ambos países han declarado a la zona parque nacional; del lado brasileño se llama Parque Nacional Pico de Neblina, y del lado venezolano, Parque Nacional Serranía La Neblina.
Las montañas tienen características singulares, donde contrasta la gran profundidad de los valles con las elevaciones en forma de picos puntiagudos.